Buenas noticias para la seguridad ciudadana. La guardia civil ha detenido a 22 personas en las provincias de Barcelona y Girona acusadas de operar en una extensa red de distribución de droga, con sede en Granollers, y que llegaba hasta diferentes pueblos de la comarca del Maresme.
Según la guardia civil, la banda operaba con cocaína, hachís, marihuana y éxtasis, y se encargaba personalmente de adulterar todo lo que vendía. Las principales sedes donde tenían la droga se encontraban en Vidreres (provincia de Girona), Pineda de Mar y Granollers.
Un sistema de distribución muy planeado
El líder de la banda era el dueño de un bar en Granollers, cuyo local era usado principalmente para la venta de droga. Según datos de la guardia civil, habría llegado a poder vender hasta dos kilos de cocaína por semana.
Además, también tenían planeada la distribución de droga durante el confinamiento: quedaban con los clientes en supermercados y gasolineras para poder distribuir el producto sin riesgo a ser descubiertos por terceros.
La guardia civil también ha encontrado una plantación de marihuana perteneciente a esta banda, que podía tener hasta 3000 plantas a la vez, y contenía maquinaria dedicada al cultivo con valor de 20.000 €.
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