Tom Stephen prepara un libro sobre este granollerense que en el siglo XIX se estableció en Australia como misionero benedictino
En Perth, Australia, hay cientos de personas con el apellido Rodoreda. Todas ellas son descendientes del granollerense Jeroni Rodoreda, que en 1849 marchó hacia Australia como miembro de una misión benedictina que se estableció en New Norcia, a 130 km de Perth. El pasado mes de octubre el Archivo Municipal de Granollers ya recibió la visita de Gillian y Lucy Rodoreda, llegadas de Australia para seguir la huella granollerina de su tatarabuelo Jerónimo.
Este lunes el Archivo ha recibido una nueva visita de descendientes australianos de Jeroni Rodorera. Anne, prima hermana de Gillian y Lucy, ha ido con su marido Tom Stephen, exmiembro del Parlamento de Australia Occidental y aficionado a la historia que se está documentando por un libro sobre el origen de la familia de su esposa, los Rodoreda, que redactará a un escritor y que verá la luz a finales de este año.
Hace un par de años, Tom Stephen, con el objetivo de contactar con miembros de la familia Rodoreda, envió decenas de cartas una de las cuales llegó a Francesc Rodoreda, de Granollers, que respondió y desde entonces han establecido una fluida comunicación con él y su esposa, Raquel Lázaro.
El interés de Tom Stephen y Anne, que han viajado con su hijo Ben y su sobrino Nick, se centra en consultar los documentos del Archivo donde aparece el rastro de Jeroni Rodoreda y también el de su maestro, el médico y sacerdote Martí Grivé, granollerense nacido en 1814 en la c. de las Travesseres y obispo de Perth desde el año 1873 hasta su muerte, en 1886.
El viaje de investigación histórica y genealógica de Stephen se completará con visitas a los archivos diocesanos de Vic y Barcelona, los municipios de L’Ametlla y Llerona, donde había vivido la familia Rodoreda, y el de Santa Maria de Oló, donde se encuentra el mas Rodoreda.
Jeroni Rodoreda, de Granollers en Australia
Jeroni Rodoreda nació en Granollers en 1831. Con 18 años, Jeroni, hijo de Francesc Rodoreda, sastre, y Elisabet Revarter, zarpó del puerto de Barcelona con el barco Balear para coger en Cádiz, en octubre de 1849, la fragata La Ferrolana con destino Australia, junto a otros 40 misioneros benedictinos, bajo la dirección de Joseph M. Serra de Mataró y con la compañía y protección del obispo Martí Grivé i Cuní, médico misionero, hijo también de Granollers y segundo obispo de Perth. El objetivo era establecerse en New Norcia, a 130 km de Perth, una misión benedictina fundada en 1847 para evangelizar a los aborígenes australianos.
Pasados unos años, Jeroni Rodoreda abandonó la orden, formó una familia -se casó con una irlandesa de oficio sombrerera, Mary Ann Hines- y prosperó como panadero.